He bajado un río
de tormenta brava
de barrosa noche.
He dejado mi mano,
y la suya enlazada a la mia,
me ha enroscado,
intimidante,
lejana,
de a tiempos mudos,
o sonoras canciones de agua.
Suena,
eco,
de un próximo oeste,
en saltos temerosos de río.
¿y quienes serán los perfectos desconocidos
que ya se convocan a su lecho, ausentes?
:)
ResponderEliminarMe maravilla la manera que tenés para reinventarte, y resurgir. Con sabor a llagas.
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