Ella que me invadió,
que me tomó los ojos por asalto,
ella que caminaba en la cornisa
de amor y desencuentro vago,
que se trepo a mis días,
fue muchas de ellas, en ella misma,
transformándose en distancia.
Ella que no se explica,
que estalla irracional,
que me dio vida, o me hundió el puñal,
que cuando sangraba
insistió en llegar a mi corazón,
arrancarlo y beberlo,
y que luego se cansó de la sangre,
como yo me cansé de los costos.
Ella se transforma,
ella no es la misma,
todas ellas, en ella misma,
circulan en un limbo de recuerdos,
y ya no son la misma.
Este alivio,
esta mochila,
este descanso,
este menor pesar.
Ella se transforma,
y se corre del cielo compartido.
Ella se transforma,
yo me corro,
yo me salvo,
de ella.
Solo restan algunas canciones y textos,
que fueron escritos en cinco,
y que ya son solo eso, canciones y textos,
que no son de ella, ni de ellas.
Ella se transforma,
entonces ella me alivia.
Yo puse paños en esas heridas, yo besé esas llagas. Si hoy "ella se transforma", valió ser enfermera, o el uso dado a las caricias. Me alegro de tu alivio. Me da paz esta forma poética de decirlo, porque te quiero.
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